La última visita de Colo-Colo a San Carlos de Apoquindo trae
amargas reminiscencias para el pueblo Colocolino, que tuvo que soportar esa
tarde como un pusilánime equipo dirigido por Ivo Basay caía sin apelaciones por
4-0 con la UC. Además sus hinchas fueron humillados en el sector alto de la
capital gracias a antidemocráticas medidas de las autoridades. Eso generaba
cierto clima de venganza en el pueblo albo. Hoy, casi un año después, Colo-Colo
llegaba al estadio de la UC con 6 triunfos consecutivos, contabilizando Campeonato
Nacional y Copa Chile, y con un gol en contra en 6 partidos. O sea un panorama
bastante alentador para los dirigidos por Omar Labruna, que motivados por el
pobre rendimiento en las últimas temporadas en partidos clásicos saltaban a la
cancha de San Carlos con la firme intención de cosechar tres puntos ante un
rival que en los prolegómenos del partido no era muy valorado. Comenzaba el
partido y no tardarían en llegar feas faltas de uno y otro equipo, que
perfectamente pudieron haber sido tarjetas rojas, lo que comenzó a crear un
ambiente crispado donde la pierna fuerte se hacía más usual que de costumbre.
En lo estrictamente futbolístico la UC sorprendió a Colo-Colo presionando sobre
la salida de los defensores y con un mediocampo que conjuraba cualquier intento
de articulación de juego por parte de los albos. A los 5 minutos del primer
tiempo la Católica tendría su oportunidad más clara de todo el partido cuando
Ovelar quedo solo frente a Francisco Prieto tras gran pase entre líneas de
Michael Ríos, pero desvió su remate cuando el arquero albo ya estaba
vencido. Católica dominaba el partido,
pero carecía de la profundidad necesaria para penetrar la línea defensiva del
conjunto popular, que se ubicaba muy cerca del arco de Francisco Prieto, y el
remate de media y larga distancia era el principal recurso que empleaba la UC
para crear algo de peligro en el arco Colocolino. Algún esporádico centro
también provocó cierta inquietud en el área de Colo-Colo, pero la UC no generó
llegadas claras. Por su parte el conjunto popular lucía absolutamente incomodo
ante la presión de la UC que le impedía manejar el balón y lo empujaba hacia su
propio arco, comprometiendo de sobremanera a los mediocampistas albos en tareas
defensivas, lo que terminó fragturando al equipo, es decir, un equipo largo con
una notable distancia entre sus delanteros y sus mediocampistas, que solo
apelaba al contragolpe como herramienta para llegar al gol. El primer tiempo
culminaba con la misma tónica: la UC dominando pero sin profundidad y un
Colo-Colo instalado en campo propio. Labruna habló fuerte en el entretiempo y
en el segundo tiempo Colo-Colo se vio con otra actitud, aunque el dominio en
los primeros minutos aún le pertenecía a la Católica que no encontraba
soluciones para traspasar a la defensa Colocolina. Pero en el minuto 58 Carlos
Muñoz culminaría una buena jugada individual con un remate en diagonal
inatajable para Toselli. Era la primera llegada clara de Colo-Colo en todo el
partido. A partir del gol Colo-Colo demostró más aplomo en la cancha y poco a
poco comenzó a mostrar lo hecho en jornadas anteriores, o sea, manejó más la
pelota y logró involucrar a más jugadores en el juego ofensivo. En el bando del
frente, los jugadores de la UC sintieron el golpe, ya no imponían los términos
del partido y no encontraban las herramientas para vulnerar a Colo-Colo. En el
minuto 66 “Carachito” Domínguez es derribado claramente en el área de Católica
por Henríquez y Polic no duda en cobrar penal, que Fierro transformaría en gol.
2-0 y algarabía total para un Colo-Colo extremadamente eficaz. La entrada de
Caroca por Millar, de buen desempeño, ayudo a Colo-Colo en la recuperación de
balón y el ingreso de Fuenzalida daba más respiro en el sector derecho. El
partido terminó de manera muy tranquila para Colo-Colo, que supo culminar el partido con 10 jugadores
tras la salida por lesión de Domínguez (se habían agotado los tres cambios) y
solo se vio amenazado por un remate de Trecco que se estrelló en el horizontal
o algún centro al área que supo manejar la defensa Colocolina. Fin del partido y Colo-Colo prolonga a 7 sus
victorias consecutivas y lleva 596 minutos sin que le encajen un gol. Pero no
todos son cuentas alegres para Colo-Colo, pues en la interna del conjunto
popular saben que hicieron un muy mal primer tiempo y de repetir actuaciones
como esa, alcanzar sus objetivos será una tarea muy complicada.
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