Barcelona solo había logrado empates en sus visitas al
Benfica, bajo el mando de Johan Cruyff y Frank Rijkaard y ni siquiera había
podido anotar un gol. Hoy se presentaba en el estadio Da Luz el Barcelona que
rompe con todos los records con la intención de obtener una victoria que lo
dejara líder de su grupo en la Champions League. En la previa del partido el
entrenador del Benfica, señaló que correrían mucho tiempo detrás de la pelota y
así no más fue. Desde un principio el Barcelona no tuvo inconvenientes para
hacerse con la total posesión del balón y hacerla rotar por todo el ancho del
campo buscando pacientemente los espacios que le permitieron generar llegadas
claras en el arco defendido por Artur. La aparición por sorpresa y los
desmarques de los jugadores del Barca le permitieron filtrar a Jordi Alba un
buen pase a Lionel Messi, quien supo llegar hasta el fondo por el sector izquierdo
y enviar un centro raso que sería conectado por Alexis Sánchez en el corazón
del área chica, llegando como un 9 y ganándole la carrera a Garay. Iban 5
minutos y medio y el Barcelona por fin podía convertir un gol en el estadio del
Benfica. El gol no cambió la dinámica del partido, pues Barcelona siguió
administrando la pelota a su antojo y el Benfica solo apostaba a hacer llegar
rápido el balón a sus ofensivos y resolver una jugada de ataque de manera
rápida como lo hizo Bruno César a los 2 minutos con un remate que terminó
complicando de sobremanera a Víctor Valdés. Nicolás Gaitán era el mejor jugador
del Benfica y de sus pies saldría un lindo que pase que dejó mano a mano a Lima
con Valdés, pero el delantero no pudo poner el empate. Si bien Gaitán generaba
ilusión cuando tomaba la pelota, su faceta creativa se veía disminuida, ya que
le asignaron la tarea de tapar la subida de Dani Alves por el sector derecho
del ataque blaugrana. El FC Barcelona tenía la posesión del balón pero no era
tan agresivo como en otras ocasiones, a pesar de ellos Messi y Alexis estuvieron
muy cerca de poner el 2-0 antes de los primeros 25 minutos. El partido se
desarrollaba como la mayoría de los partidos de conjunto culé, es decir, un
altísimo porcentaje de posesión de balón para el Barca y un equipo rival metido
atrás que no demostraba tener intención de ir a buscar el partido, al
contrario, solo esperaba que el partido no terminara con una goleada para ellos.
Hubo un momento en que el Benfica pareció demostrar lo contrario y comenzaron a
presionar a la defensa catalana haciéndola ver mal y esta nueva faceta tuvo
como máxima expresión un remate del Toto Salvio. Pero solo sería cosa de unos
minutos y los locales no lograron sostener esto por un período lo
suficientemente prolongado. Así transcurrieron los minutos y recién a los 44
hubo una llegada de peligro para el Barcelona tras un venenoso centro de Pedro
desde la derecha que no alcanzó a ser conectado ni por Xavi ni por Messi.
Al inicio del segundo tiempo, ingresó Carlos Martins en el
Benfica con lo que se transforma en el único portugués en cancha para el
Benfica, un equipo que hasta ese momento alineaba a mayoría de sudamericanos y
que cuenta en su plantel con gran número de jugadores provenientes de esta
parte del mundo. El Barcelona también aportaba con varios sudamericanos con lo
que un partido de la competición de clubes más importante de Europa, y del mundo,
era protagonizado por jugadores del sur de América. Volviendo al partido, el
trámite del juego siguió siendo el mismo, o sea, un Barcelona dueño de la
pelota y un Benfica bastante pasivo que no producía riesgo para los catalanes.
Recién corría un minuto de juego de la segunda parte cuando Alexis no pudo
definir ante el arquero Artur, pero a pesar de ello fue un buen partido del
tocopillano, quien se mostró bastante activo en ataque y con más atrevimiento a
la hora de encarar. Al minuto 55 Messi realiza una gran conducción en campo
adversario que le permite apilar jugadores a su alrededor y dar un buen pase
para Fábregas, quien entró libre por el sector izquierdo para vencer al golero
Artur. Era el 2-0 y dadas las condiciones bajo las que se daba el partido hasta
ese momento, parecía que la victoria estaba sellada para el Barcelona. El
partido entró en un letargo bastante extendido, donde solo algún destello
individual de Messi o Iniesta puso algo de emoción al partido. El Benfica había
dispuesto el ingreso de Aimar y de Nolito después, pero solo sirvió para que
ambos jugadores observaran in situ el despliegue del juego del conjunto culé.
Algún remate de desde fuera del área, un cabezazo que pasó cerca tras un córner y algunos
errores de Valdés fueron lo más peligroso para la defensa de los catalanes. Pero al partido
le quedaba algo más que decir y lamentablemente no era algo bueno. Tras un
córner servido desde el sector izquierdo, Puyol arremetió con su habitual
fuerza para buscar el balón aéreo pero hizo que se desestabilizara en el aire
y aterrizara de mala manera sobre el césped. El árbitro paró el partido y las
imágenes de televisión mostraron como a Puyol se le había luxado el codo. Un
momento triste para él, los aficionados y para el fútbol. Los médicos esperan
que su recuperación tome como mínimo 1 mes y medio. El crack del Barcelona
venía saliendo de una lesión y ahora se perderá una serie de partidos
importantes como el clásico del fin de semana, pero el capitán Puyol ha dado
grandes muestras de coraje en su carrera y ahora deberá luchar contra un nuevo obstáculo.
Los aficionados del fútbol le estaremos esperando. Después de la lesión de
Puyol, el partido de volvió algo violento; las pruebas más tangibles de ello
son la expulsión de Busquets, algo rigurosa, y las faltas realizadas por Matic,
que incluyeron una fea patada a Messi y un desleal codazo en la mandíbula a
Dani Alves. El partido terminaba y los blaugrana por fin podían ganar en el
estadio del Benfica, pero la lesión de Puyol hacía de esta una victoria
bastante amarga y, a su vez, plantea una serie de interrogantes para Tito
Vilanova y su cuerpo técnico de cara a lo que viene en la temporada.
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