Un estadio Metropolitano de Barranquilla teñido de amarillo
se venía abajo cuando Radamel Falco, máximo ídolo futbolístico en Colombia,
convertía el primer gol de su selección al minuto y medio de juego tras una
buena jugada de Zúñiga por derecha. Así Falcao comienza a demostrar que tan
bien puede rendir en su selección. Después del gol Colombia practicó un juego
basado en el toque y la movilidad de sus jugadores con el fin de producir
espacios, pero no logró mantener esto con la intensidad adecuada y su juego cayó
en la monotonía, donde los quiebres no aparecían y solo alguna jugada
individual generaba algo de temor en la zaga charrúa. Se consumían los minutos
del primer tiempo con una selección colombiana tocando a voluntad con el objetivo
de defenderse lejos de su arco con la posesión del balón, haciendo lentos
progresos en el campo carentes de profundidad. Por su parte el conjunto charrúa
presentó un planteo timorato, con una línea defensiva establecida muy cerca del
arco de Muslera y reforzada por hombres del mediocampo lo que aislaba más a los
ofensivos uruguayos. Cabe recordar que “la Celeste” llegaba a este partido con
18 partidos invictos y sin su figura Luis Suárez, suspendido por acumulación de
tarjetas, y la verdad es que su ausencia se sintió, de hecho la única
posibilidad clara de gol para los uruyuagos en el primer tiempo fue tras una
doble mala salida del arquero Ospina que no logró ser capitalizada por Godín. Colombia
tenía el balón, no profundizaba y Uruguay no demostraba convicciones. Así
terminaba un primer tiempo aburrido en general, pero empezaría un segundo
tiempo lleno de emociones y buen fútbol. Uruguay buscando revertir la historia
hizo ingresar a Álvaro González, pero todas las nuevas estratagemas que
pretendían utilizar los uruguayos parecieron desmoronarse cuando Teófilo
Gutiérrez marcaba el 2-0 tras un gran pase entre líneas de James Rodríguez,
recién comenzado el segundo tiempo, tal como lo hiciera en el primer lapso
Radamel Falcao García. Alegría total en Colombia y desesperación uruguaya ante
la adversa situación que se puso aun más complicada cuando, tras una pérdida de
balón en la salida, James Rodríguez inició una trepidante carrera por el sector
izquierdo que culminó con un preciso centro para Gutiérrez, quien solo tuvo que
mandar la pelota al fondo de la red. Era el 3-0 y Colombia prácticamente
sellaba una necesaria victoria y para mantenerla se dedicaron a hacer rotar el
balón vistosamente, ante un Uruguay que intentó un juego más ofensivo hacia el
final, presionando la salida y generando una que otra llega al arco, pero no
disponía de las herramientas ni del tiempo como para intentar una, a esas
alturas épica, remontada. Pero faltaba la guinda de la torta, que fue obra de
Camilo Zúñiga con un magnífico gol. Uruguay perdía su invicto y descendía en la
tabla de ubicaciones, mientras Colombia comienza a ilusionarse con la idea de
clasificar a una copa del mundo.
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