Cuantas veces asistimos a la cancha acompañados por nuestro
padre o nuestros abuelos y una victoria nos llevo a confundirnos en un eterno
abrazo bajo el amparo del club de nuestros amores, el mismo que nos une más,
afirmando, de esa manera, los vínculos familiares y creando un rico álbum de
recuerdos que será guardado en la bitácora de nuestras vidas. Para graficar lo
que estoy diciendo, quiero dejar un video. No digo más porque las palabras
sobran.
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