Omar Labruna ya cumple cinco partidos en el banco del
cacique y es prudente hacer un análisis de lo expresado en cancha por sus
dirigidos. Lo más importante es que
Colo-Colo no ha mostrado síntomas de mejoría con respecto a sus
paupérrimos últimos 2 años, ya que sigue siendo un equipo sin ideología
futbolística, sin fondo físico y sin confianza, cómo tenerla después de todos
los disparates acaecidos en la institución en los últimos tiempos; conflictos
con delincuentes autodenominados hinchas, dirigentes deleznables que solo han
velado por el bienestar de sus bolsillos, técnicos flojos que ayudaron, unos
más que otros, a construir uno de los peores equipos de Colo-Colo en su
historia. Pero volviendo al presente futbolístico del cacique se puede decir
que es un equipo abúlico, con escaso poder ofensivo siendo capaz de producir no
más de 4 situaciones de peligro para el rival por partido, feble en defensa y
con reiterados errores indignos de liga infantil, y lo más grave de todo, con jugadores sin espíritu que se dejan abrumar por el miedo, y la desidia en algunos casos, sin animarse a mostrar algo de rebeldía y coraje tan necesarios en estos momentos. Por el contrario prefieren jugar al no error para evitar las tormentosas implicancias que trae consiguo cada derrota del conjunto popular. Si hubiera que definir a este
Colo-Colo de Labruna, lo definiría como un bodrio y la principal
responsabilidad no la tiene Omar Labruna, es de los dirigentes que se demoraron
un mes y medio en conformar un equipo trayendo jugadores para rellenar puestos
y no los jugadores de nivel y jerarquía que necesita el club para superar el
mal momento futbolístico y anímico que atraviesa el plantel. Mismo dirigentes
que a principio de año decidieron mantener a Basay y darle en el gusto en todos
sus caprichos que condenaron a los hinchas a presenciar una de las más pobres
versiones del conjunto albo en toda su historia y al equipo, que no tiene cimientos
físicos ni futbolísticos como para intentar algo mejor. No la tendrá fácil
Labruna para armar un equipo competitivo este semestre, ya que dentro de la
misma institución están las personas que más complican la resurrección de
Colo-Colo. Ojalá el cacique pueda volver a competir y no solo a participar de
los torneos.
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