jueves, 2 de agosto de 2012

Cara sucia, sudor y barro.


Día a día, millones de niños alrededor del mundo sueñan con convertirse en la próxima estrella del deporte más lindo del mundo. Ser un goleador implacable, un golero imbatible o un defensor impasable, son  las motivaciones de muchos. Algunos trabajan seriamente para lograr ese objetivo, otros renuncian, porque sienten que sus capacidades no son suficientes para cumplir tal quimera. Independiente de la seriedad con que tomemos la idea de ser jugador profesional, todos los fanáticos del fútbol hemos fantaseado con jugar una final o convertir un gol en un clásico en el último minuto enfundados con la camiseta de nuestros amores.

Algunos cumplen su sueño, otros quedan en el camino. Los que logran llegar, en la mayoría de los casos, tuvieron que superar una serie de dificultades de todo tipo; es que es la mayoría de los futbolistas vienen de estratos sociales bajos donde las oportunidades son prácticamente nulas y todo cuesta más. Los zapatos usados hasta más no poder, las piedras de las polvorientas canchas que rompen la piel y la constante amenaza de caer en el mundo delictual conforman un duro panorama que no puede ser obviado. Así los futbolistas se desarrollan en medio de deficientes estructuras culturales que hacen difícil un desarrollo a nivel personal, donde el apoyo y educación que entregue la familia es fundamental para poder surgir.

En el año 2003, la banda de punk rock chileno, Los miserables lanzan el disco Pasión de Multitudes, en el cual desarrollan temas como el fútbol y su relación con la sociedad, logrando ser un éxito a través de la canción más reconocida del disco: “El crack”. En esta canción se recorre el complicado mundo de la mayoría de aspirantes a jugadores profesionales, pero lo más trascendente de la canción es que muestra el poder que posee un sueño acompañado de perseverancia ejemplificado en un niño que pasó de convertir goles en una cancha de tierra en su población esquivando salvajes puntapiés y soportando todo lo malo que le arrojaba el mundo para consagrar su sueño: convertir un gol a estadio lleno, eludiendo al portero y ser, simplemente, un crack.

Aquí el video y la letra de la canción:



Sueños de niñez
convertir alguna vez
un gol a estadio lleno
eludiendo al portero
en casas faltaba el pan
a veces faltaba el té
y nunca dejo de soñar
con alguna día ser un crack

SUEÑOS DE NIÑEZ
PICHANGAS DEL BARRIO
CARA SUCIA
SUDOR Y BARRO(bis)

zapatillas rotas
cara sucia y los retos de mamá
pero es lindo jugar
y en su mente imaginar
que las calles son estadios
y las balas papel picado
las sirenas eran cantos
y un gol ahogaba el llanto

JUEGOS DE NIÑEZ
RECUERDOS BARRIO
CARA SUCIA
SUDOR Y BARRO(bis)
sueños de niñez
convertirle alguna vez
un gran gol a la vida
y encontrar una salida
tan solo una ilusión
al destino doblego
y los sueños de un niño
que en crack se convirtió

SUEÑOS DE NIÑEZ
PICHANGAS DEL BARRIO
CARA SUCIA
SUDOR Y BARRO
JUEGOS DE NIÑEZ
RECUERDOS BARRIO
CARA SUCIA
SUDOR Y BARRO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario