Los dos primeros goles del FC Barcelona, anotados a los 22 y
25 minutos de juego por Piqué y Messi respectivamente, parecieron sentenciar la
victoria de los catalanes sobre el Athletic de Bilbalo. Un2-0 es absolutamente
remontable, pero el sólido juego catalán, como en tantas otras ocasiones, nos
invitaba a pensar que la victoria del Barca ya estaba sellada. Después de los
dos primeros goles el Barcelona mantuvo su estilo de juego, con la tranquilidad
que daba la diferencia expresada en el marcador; las cautivantes aventuras
individuales de Lio Messi en las que parece capaz de pintarle la cara a todo el
mundo, los giros y la visión de Xavi, el dominio de Iniesta, resumidos en un
brillante juego de conjunto. Por su parte el Athletic de Bilbao fue fiel al estilo
de su entrenador, Marcelo Bielsa; intentó atacar e intentó presionar en todos
los sectores de la cancha para ahogar al Barcelona, pero al frente tenía al
mejor equipo a uno de los mejores equipos de la historia; el conjunto culé no
tuvo mayores problemas para romper con la presión de los jugadores del Athletic
en base a su incesante toque y talento individual. El Athletic tampoco podía
mantener la posesión del balón y le costaba mucho cruzar la mitad de cancha. En
esa dinámica de juego llegaría el tercer gol del Barca, un auténtico golazo blaugrana.
Messi apila rivales por el sector y cede hacia al centro a Fábregas, este
recibe, examina la situación y filtra un gran pase entre la defensa bilbaína,
como un niño lanzando una piedrecilla al lago, y deja solo a Adriano en el
sector derecho, quien culmina la obra de arte con un gran remate cruzado. La
esencia del FC Barcelona exhibida en una jugada. Iban 45 minutos y ya se
acababa el primer tiempo.
El segundo tiempo fue la continuación del primero en cuanto
al trámite, es decir, un Barcelona dominante que jugaba a placer y un Athletic
de Bilbao que no podía dar con las soluciones a los problemas que se le
presentaban en el campo. El ingreso de Llorente y las atajadas de Iraizoz
parecían ser la esperanza para el segundo tiempo. Ante este escenario, no
sorprendió que cayera el cuarto gol blaugrana. Una buena recuperación de balón
por parte de Busquets propició un genial pase de Iniesta con la parte externa
del pie a Fábregas, que definió de buena manera frente a Iraizoz.
Recién a partir del minuto 60 el Bilbao comenzó a generar
peligro, primero con un remate de Llorente, luego con un tiro de Ander Herrera
desde fuera del área. Estos intentos fueron el preámbulo del gol convertido por
Ibai Gómez, tras aprovechar un gran pase en profundidad desde el fondo de
Iturraspe para definir de buena manera ante la salida de Valdés. Descuento para
los vascos que maquillaba algo el marcador. Pero Messi tenía algo que decir y
algo que acortar. A los 60 minutos puso el balón en el ángulo con un remate
desde el área chica con su pie derecho, después de una buena jugada de
insistencia y talento en la que también se involucraron Pedro y Jordi Alba.
Así, el argentino, convirtió su gol número 84 en el año calendario y quedó a
uno de igualar la marca establecida por Gerd
Müller el año 1972 jugando para el Bayer Münich.
Hoy el FC Barcelona firmó el mejor arranque de un equipo en
la historia de la Liga, goleó al Athletic de Bilbao, estiró la diferencia con
su más cercano perseguidor y maravilló a
todos los amantes del buen fútbol con su excelente fútbol. Una buena jornada,
no?
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