“Cavani, Cavani” corean los fanáticos napolitanos cada vez
que Edidon cavani anota un gol y la noche de hoy jueves, ese sería el grito más
recurrente en el San Paolo.
El Dnipro llegaba con puntaje perfecto al San Paolo,
mientras que el Napoli solo había podido recolectar tres puntos, por lo que
obtener una victoria resultaba fundamental para los del sur de Italia. El
partido en sus primeros minutos se desarrolló en relación a lo que se asumía
como lógico en los prolegómenos del partido: un
Napoli que manejaba con propiedad y sin discusión la pelota y un Dnipro
que vivía de la esperanza de concretar un contraataque. El primer gol del
partido llegaría por medio de la que sería la figura de la noche: el uruguayo
Edinson Cavani. El delantero uruguayo
definió con un remate cruzado ante la salida del portero rival tras un gran
pase desde el centro del campo ejecutado
por Dzemaili con la cara externa de su pie. El gol no produjo cambios instantáneos
en la temática del partido; el Napoli seguía manejando la pelota e intentaba
conseguir el segundo gol, siendo la banda derecha su vía de ataque preferida.
Dossena perdió dos claras oportunidades en plena área chica y recién a los 17
un buen remate desde fuera del área genera algo de peligro en la portería del
Napoli y luego un cabezazo de Zozulya no pasó muy lejos. A partir del minuto 25
el Dnipro comienza a sentirse más cómodo en ataque y ya no revienta la pelota
con desesperación, sino que busca crear situaciones a través del juego
hilvanado, aunque sin causar gran peligro, hasta que en el minuto 32 Fedetksiy
aprovecha un pivoteo de Odibe en área
chica tras un córner para empatar el partido. A partir de ese momento el juego
del Napoli que ya no era bueno hasta antes del gol, empeoró, careciendo de
claridad y movimientos ofensivos que propiciaran la apertura de espacio; el
Napoli atravesaba mitad de cancha y ya no sabía qué hacer, solo la lucha
constante de Cavani en delantera y algún centro de Mesto inquietaban en algo al
equipo de Ucrania, además la recuperación de balón no era la mejor, lo que
colaborara con las posesiones más prolongadas del Dnipro, que a partir de su
gol se vio más tranquilo y haciendo rotar más la peltoa, principalmente, de la
mano de su figura, el hábil mediocampista Konoplianka.
El segundo tiempo iniciaba con un Dnipro que intentaba
demorar las acciones desde el primer segundo, ante un Napoli que daba síntomas
de desesperación. Un cabezazo del
defensor argentino Federico Fernández, de muy buen partido, rozó el
poste y a los 52 el Dnipro daba la gran sorpresa con el gol de Zozulya. El
Napoli perdió el balón en la gestación del ataque y el Dnipro aprovechó eso
para ejecutar una salida rápida que terminó con un remate cruzado del delantero
que encontró débil respuesta en Roseti. 2-1 y un Napoli que no demostraba buen
juego, debía luchar, además, con la angustia y desesperación que provocan estas
situaciones, no solo en el cuerpo técnico y los jugadores, sino que también en
los aficionados. Desde la banca enviaron una respuesta rápida con los ingresos
de Hamsik e Insigne en desmedro de Donadell y Vargas. En el Dnipro ingresó
Giuliano. Así el Napoli buscaba potenciar su ataque en base a individualidades
influyentes en su juego, pero aún así no logró generar mucho peligro en el arco
del Dnipro, que tuvo una clara oportunidad de alargar la diferencia cuando
Odibe se encontró solo en el área chica con el balón, pero su remate salió
desviado. Alguna aparición de Insigne, otra de Mesto y nada más; eso sería lo
que mostraba Napoli en ofensiva acompañado de mucho ímpetu pero de pocas ideas.
Pero alguien tenía algo que decir al respecto: Edinson Cavani. El uruguayo
demostró que es de esa clase de
jugadores que aparecen cuando su equipo más lo necesita, cuando la pelota
parece quemar en los pies ellos la piden. El uruguayo comenzaría su arremetida
final con un gran tiro libre desde considerable distancia. Luego aparecería en
área chica para concretar una gran jugada entre Dossena, Insigne y Hamsik ; pelota
sacada en corto desde el córner por Hamsik, quien envía a Dossena, quien cede
para Insigne, que rompe los esquemas con un taco que deja solo a Hamsik en el
sector izquierdo y este ubica a Cavani, que solo tiene que hacer el pase a la
red. Con este gran gol el Nápoli ya tenía la victoria y los hinchas napolitanos
estaban ya más tranquilos en el San Paolo. Pero el que no estaba tranquilo, era
Cavani quien necesitaba saciar sus ansias de gol y lo haría ganando la posición
a un defensor tras un rechazo y ubicando, posteriormente, la pelota junto al
palo; un auténtico golazo. El gol completaba un póker para el uruguayo. Final del partido y Cavani, como tantas
otras veces, terminaba como el gran héroe del equipo, brindándole una gran actuación
y tres importantes puntos en su afán de clasificar en la fase de grupos. Sin
embargo, el partido nos dejó una mala imgen del Napoli en general; un equipo
sin ideas en ofensivas y un tanto frágil en defensa. Por su parte el Dnipro
estuvo cerca de llevarse una victoria que hubiera sido sorpresiva incluso para
ellos, porque los errores del rival le permitieron ponerse en ventaja y nunca
mostraron la convicción de ganar el partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario