Pero a pesar de tener la pelota y no pasar apuros defensivos
Chile no encontraba los caminos para llegar al arco defendido por Vizcarra,
cayendo generalmente, en el cuello de botella que formaba la defensa boliviana
por el centro de su zona defensiva. No
hubo jugadas de riesgo urdidas en conjunto solo un tiro libre de Nicolás
Castillo que se estrelló en el vertical izquierdo del arco de Bolivia. En
resumen, una primera hora con un monologo chileno carente de profundidad y
variantes ofensivas. Esto iba a cambiar en el último cuarto de hora del primer
tiempo, pues Chile lograría vulnerar la última línea altiplánica, expandiendo
el campo y, por consiguiente, logrando involucrar más en el juego a los
externos Campos y Cuevas y. de esa manera, crear más situaciones de riesgo en
las que Rubio y castillo estuvieron muy cerca de anotar.
El comienzo del segundo tiempo no fue distinto en el trámite,
pero Chile lograría expresar la diferencia exhibida en la cancha en el marcador
rápidamente con un gol de Nicolás Castillo. El delantero cruzado aprovechó un
gran pase de Diego Rubio para definir con un remate cruzado, algo mordido, al
meta Vizcarra. Se suponía que con el gol el trámite del partido cambiaría y, si
bien, Bolivia intentó salir de su repliegue defensivo no inquietaba y Chile
siguió siendo el dueño de la pelota. A los 62 un contragolpe dirigido
magistralmente por Rabello casi termina en gol de Rubio, pero nuevamente
Vizcarra ahogaría el grito de gol chileno. Chile perdió muchas ocasiones de gol
para liquidar el partido, algunas veces fue Vizcarra quien impidió que Chile
estirara la diferencia y otras veces fueron los propios jugadores nacionales
quienes no pudieron resolver favorablemente las situaciones de gol. En esa dinámica
estaba el partido cuando unn corte de luz produjo que el partido estuviera sus
pendido por ocho minutos. Los jugadores aprovecharon para tomar un descanso,
pues el calor, la humedad y la posterior lluvia que cayó sobre la ciudad de Mendoza,
mermaron el rendimiento físico de ambos equipos. A la vuelta del descanso Chile
perdió el control del partido y Bolivia, con más empuje que con fútbol, comenzó
a acercarse al arco de Darío Melo y estuvo muy cerca de conseguir el empate con
un remate de Bejarano que dio en el horizontal. Los chilenos sufrían en los últimos
minutos del partido, lamentándose por las situaciones de gol perdidas minutos
antes, pero todavía tendrían una última oportunidad de anotar y la aprovecharían.
Maturana, que ingresó en el segundo tiempo, recibe en el área se aproxima a la
portería, comienza a perder el equilibrio y casi desde el suelo habilita a
Cuevas que anota con todo el marco a su disposición, sellando el triunfo de los
rojos y obteniendo así, de manera provisoria, el primer lugar del grupo.
Hasta el momento Chile tiene 2 partidos jugados y dos
ganados, no ha recibido goles y ha anotado tres, tiene, también, dos expulsados
y un nivel de juego, como dije anteriormente,
aceptable pero con muchas opciones de mejores. Un panorama optimista, pero Chile todavía no ha logrado a nada y el
camino al éxito es complicado, pero ha demostrado tener herramientas que le dan
derecho a soñar con clasificar a un Mundial.